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sábado, 12 de diciembre de 2015

El cuento de Pedro y su familia

Érase una vez una familia que vivía casi feliz en un pueblo de Guadalajara. De los cinco miembros de la familia, solamente Pedro, el padre de familia, era el que tenía trabajo. Trabajaba en una empresa de logística como trabajador de una Empresa de Trabajo Temporal. El día a día de la familia era regular. Si tenían suerte y Pedro trabajaba todo el mes, ganaban unos 1200 euros (pagas y vacaciones incluidas). Aunque parezca un salario digno, nos les daba para mucho. Matilde, la madre, tenía que hacer artes malabares para poder llegar a fin de mes, eso sí, rezando para que a Pedro le llamaran para trabajar todo el mes, pues eran muchos más los meses que le llamaban para trabajar entre 15 y 20 días. Esos meses si que lo pasaban mal. 
Gracias a la ayuda de los abuelos podían capear el temporal y pasar el mes como podían, aunque tuviesen que renunciar a muchas de las cosas que otras familias con mayor suerte (o estabilidad laboral) sí se podían permitir.

  
Un buen día Sergio, el hijo menor de la familia, le preguntó a su madre por qué ellos nunca habían podido ir de vacaciones a la playa. - "Ya tengo 6 años y todavía no he visto el mar" - le dijo a su madre. Ella pensó sin contestarle que en verano era precisamente cuando a Pedro le llamaban para trabajar de una forma más continua y cuando podían ganar algo más para poder compensar los meses en los que a Pedro no le llamaban ningún día  a trabajar. Eso sí, a costa de trabajar duro con jornadas de más de diez horas diarias. A pesar de todo eran, como ya hemos dicho, casi felices.


Un buen día llamaron a Pedro de la ETT que le daba el trabajo. ¡Bien! - pensó Pedro. Estamos a día 1 del mes y ya me están llamando para trabajar. Pedro se dirigió contento a la ETT y preguntó que en que turno debía empezar a trabajar en la empresa de costumbre. Ya llevaba más de cuatro años trabajando en el mismo centro de trabajo y se sentía "casi" como de la plantilla. 

Sin embargo, al llegar a casa Matilde le dijo -¿A que viene esa cara tan larga? Este mes vas a comenzar a trabajar el día 1 del mes y tiene buena pinta-.  Si querida -contestó Pedro- trabajaré todo el mes, pero me han dicho en la ETT no sé que de externalización del cliente con el que llevo trabajando más de cuatro años y que sólo me pagarán unos 640 euros al mes. Ambos se echaron a llorar mientras veían como Adela, la hija pequeña de dos años, jugaba sobre la alfombra del salón ajena al sufrimiento de sus padres.

Esto es sólo un cuento para la mayoría de nosotros. Lamentablemente para cada vez más trabajadores de Guadalajara es la realidad. ¿Lo paramos...?

Leónidas.
FUERZA Y HONOR