Ahora que la huelga ya ha sido convocada oficialmente y que aparece en
los medios de comunicación, las empresas comienzan a tomarse en serio la situación de conflicto generado y su desenlace. Algunas de ellas intentarán que fracase la huelga en su propia empresa presionando a los trabajadores y trabajadoras por distintos medios. Quizás convoquen de urgencia a los comités de empresa para contarles el argumentario que las empresas despliegan ante estas situaciones. Ya sabéis, os dirán que "esta huelga hace más daño a nuestra empresa que al resto", "si se van los clientes seréis los responsables ante vuestros compañeros", "habrá un antes y un después de esta huelga", y otras amenazas del mismo estilo.
Otra posibilidad es que las empresas ofrezcan a los comités de empresa acuerdos con concesiones muy atractivas que hipotéticamente beneficiarían a todos los trabajadores y que en otro momento de cualquier negociación habrían sido impensables de conseguir.
Pues bien, no os preocupéis. Este tipo de estrategias se repiten en cada una de las convocatorias de huelga que se plantean y el único objetivo que persiguen es evitar la huelga en su propia empresa. Obviamente, al empresario de turno le da igual que en la empresa de al lado se secunde la huelga o no.
Sin embargo, a nosotros, los trabajadores del sector logístico de Guadalajara, nos interesa que la huelga sea un éxito y consigamos nuestras reivindicaciones, pues lo que consigamos en el convenio del sector nos beneficia a tod@s sin excepción.
La diferencia está clara: nosotros tenemos conciencia de clase y las empresas no tienen ninguna clase de conciencia. Sólo buscan el máximo beneficio empresarial.
La diferencia está clara: nosotros tenemos conciencia de clase y las empresas no tienen ninguna clase de conciencia. Sólo buscan el máximo beneficio empresarial.
Leónidas.
FUERZA Y HONOR